Biodiversidad


Diversidad de especies animales y vegetales que habitan en un espacio determinado

 

 
Especies invasoras
 
    Los mayores intercambios de especies, o quizás los mejor documentados, se produjeron a partir del siglo XV como consecuencia de los primeros viajes transoceánicos y la colonización de territorios más allá del continente europeo. Sin embargo, la entrada de especies exóticas y la posterior invasión de estas en espacios naturales han aumentado de forma notable en las últimas décadas debido a la intensificación de las rutas comerciales, así como del desarrollo de infraestructuras que facilitan la expansión de las especies. Ejemplos de ello son el mejillón cebra (Dreissena polymorpha), el cangrejo americano (Procambarus clarkii) o las cotorras argentinas (Myiopsitta monachus), por citar algunas cuyo éxito de invasión se ha producido no solo en los ecosistemas mediterráneos, sino también en muchas otras regiones del mundo.
   La introducción de especies exóticas se ha realizado tanto de forma intencionada como accidental aunque parece ser que ha prevalecido la primera. Así, numerosas especies animales se han importado por su interés como fuente de alimentación, como la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss); para utilizarse como mascotas, como las tortugas de Florida (Trachemys scripta), como especies cinegéticas, como el arruí (Ammotragus lervia); o incluso por su valor estético, como el visón americano (Neovison vison).....(párrafos del articulo de Monserrat Vilá 2021 publicado en INVESTIGACIÓN Y CIENCIA)




Recientes trabajos sobre Biodiversidad en el Mediterráneo presentan conclusiones (mapa superior) muy interesantes acerca de la riqueza en áreas como el Mar de Alborán, Golfo de Gabes y Mar Adriático. Paradójicamente, serían las cuencas mediterráneas occidental y central las que presentan una mayor biodiversidad frente a la oriental. 
  
Invasiones
 
 En el Mediterráneo se viene produciendo una lenta invasión de especies procedentes del Mar Rojo y Océano Indico desde la apertura del Canal de Suez en 1869. Esta realidad indiscutible viene siendo reflejada en muchos trabajos científicos en las ultimas décadas. Sin embargo, en todos los mares y océanos de la tierra, la globalización y el aumento exponencial del comercio mundial ha provocado que el intercambio de especies entre regiones alejadas sea algo inevitable y posiblemente imparable. Es preocupante, no obstante que la intervención humana, de muy diversas maneras, esté presente en estas invasiones y colonizaciones en vez de los procesos naturales de expansión y colonización de las especies que se vienen produciendo desde hace miles o millones de años. Factores como la deriva continental, las variaciones de la circulación oceánica y de las corrientes marinas han contribuido a la diversificación de las especies. No obstante, resulta muy complejo poner en su justo termino las implicaciones que las invasiones y colonizaciones puedan tener como efectos perjudiciales sobre las especies autóctonas -asentadas desde hace miles de años- en una región, excepto algunos casos concretos. Hay que tener en cuenta que se continua describiendo nuevas especies de moluscos en todo el globo, incluido el Mediterráneo, con cifras que pueden superar las 100.000 especies, siendo después de los artrópodos el más numeroso. 
 
 El interesante trabajo: MONITOREO DE ESPECIES MARINAS INVASORAS EN ÁREAS MARINAS PROTEGIDAS (AMP) DEL MEDITERRÁNEO Otero M., ET. AL., 2013 sobre estas invasiones, aporta hasta en ese momento la situación de algunas especies invasoras. El estudio indica que el mayor porcentaje de grupos invasores pertenecen a las algas, peces, moluscos y crustáceos, en este orden. Consideramos, más de una década después, que los datos y situaciones reflejados en el mismo están estabilizados, al menos en cuanto al panorama que se dibujaba de especies invasoras y su estado.  En una década lo que sí ha continuado es la degradación de los ecosistemas marinos y no precisamente por las especies invasoras (plásticos, construcción, puertos deportivos, fondeo en praderas de fanerógamas, vertidos, pesca de arrastre excesiva y en áreas vulnerables, agricultura intensiva no regulada...etc), con notables efectos sobre la biodiversidad. 
 
 
 El seguimiento de las especies alóctonas, invasoras o colonizadoras  ademas de necesario es, desde un punto de vista malacológico, apasionante. Un grupo de la SCM viene realizando este riguroso trabajo con el apasionado impulso de su responsable Joaquín López Soriano, aportando una información de gran interés para el conocimiento de los procesos de colonización y modificación de la fauna y flora de nuestro entorno mediterráneo tan amenazado. -el autor de este blog participó en la señalización de algunas especies foráneas (pinchar aquí)-. Dicho lo anterior debemos de puntualizar que una cosa es detectar especies invasoras y otra contribuir al modelo alarmista que se lleva manejando, con intereses diversos y desconocidos, de que las especies alóctonas son necesariamente perjudiciales para la biodiversidad local y desplazan a las autóctonas. Consideramos que, ademas de ser generalista es impreciso.
 
 
 

 
Recientemente se debe de añadir el bivalvo ostreido Pinctada radiata o Pinctada fucata -primeras referencias Brian Cunnimgham ET. AL., 2021 y Javier Murcia ET. AL., 2022-. En ambos trabajos se señala la presencia de una Pinctada aloctona en aguas del Golfo de Mazarrón y del Cabo de Palos-La Manga. Desde este espacio podemos confirmar la presencia del género (la especie concreta habrá que determinarla con seguridad), por el encuentro frecuente de ejemplares frescos -con tallas y estadios variados-, en la zona de Águilas a escasa profundidad.
 
En las cercanías de San Juan de los Terreros aparecen especímenes frescos juveniles y adultos (+ 55 mm)
 
 
 
 
Amenazas a la Biodiversidad   Threats to Biodiversity
 
 En realidad se tardan años en poder determinar con precisión que especies -nos estamos refiriendo particularmente a los moluscos, aunque podríamos hablar de invertebrados en general-, han desaparecido o están en riesgo de desaparecer. En 2017 se publicó un ambicioso inventario de las especies de moluscos marinos de las aguas españolas..... "A national checklist of marine Mollusc in Spanish waters" Serge Gofas , Ángel A. Luque , José Templado  y Carmen Salas, 2017.
 
De este magnifico trabajo quiero resaltar la grafica que se muestra a continuación y que considero muy reveladora
 
 Las bases de datos actuales (WoRMS, National Checklist of Marine Mollusc in Spanish waters, BD European Mollusc, DORIS...etc)  así como la contribución de listas privadas de malacólogos y estudiosos como la de este blog (Lista de Moluscos del área del Cabo de Palos), representan un importante mecanismo para poder comparar la fauna del pasado y la actual. Esta labor resulta imprescindible en la observación de la evolución de los moluscos para disponer, con conocimiento de causa, de la riqueza en biodiversidad de una región determinada. Además, no existe evidencia de que la llegada de larvas planctotróficas de una determinada especie al Mediterráneo, sea desde el Mar Rojo (Pinctada radiata) o desde el Atlántico (Eastonia rugosa), pone necesariamente en riesgo a las especies autóctonas. En la grafica anterior se observa desde 1980 el extraordinario incremento del numero de especies de moluscos descritos en las aguas españolas. Este resultado que debería de implicar entonces:  ¿evolución?, ¿aumento de la biodiversidad? o ¿un mayor número de investigadores? 
  
 
 
 La tabla que mostramos a continuación representan la biodiversidad de moluscos de las aguas jurisdiccionales españolas (ver leyenda), por zonas. Las más ricas, según este trabajo, serian las aguas canarias CAN y las del mar de Alborán LEBA. El número que aparece entre corchetes son las especies consideradas invasoras.
 

 
 Son conocidos con aceptable precisión los cambios experimentados en las aguas de los mares y océanos de la tierra en los últimos miles o millones de años. Desde que existen registros de las temperaturas y otras variables oceanográficas se pueden seguir, con notable precisión, las anomalías térmicas que experimentan los océanos y naturalmente las del mar Mediterráneo. Los invertebrados, concretamente los moluscos, precisan para su reproducción (fecundación, incubación y desarrollo larvario), entre otras cosas un rango de temperaturas determinado. Este factor determina que una especie logre establecerse y medrar en un área determinada. En los últimos miles de años, muchas especies (géneros y familias enteras) de moluscos en una misma zona se ha extinguido, evolucionado o adaptado como consecuencia de los cambios oceánicos y medioambientales. 





 El registro fósil de moluscos en la región mediterránea es muy rico y variado, tanto en tierras emergidas (Italia, centro Europa, sur y este de la península ibérica, etc), como en las costas (Levante y sur de la Península ibérica), incluidas las tanatocenosis submarinas. Por tanto se dispone de bases de datos -que no cesan de crecer-, de las especies de invertebrados -moluscos-, que habitaron en nuestro mar en los últimos 60 M.a. Hace aproximadamente 30 M.a, el biota malacológico del Mediterráneo occidental era de una riqueza extraordinaria con una variedad de grupos de moluscos reflejo de una biodiversidad similar a la de la cuenca oriental que mantenía la conexión (actual mar Rojo) con el Tetis (ver).  Prácticamente el protomediterráneo era muy parecido al actual Mar Rojo con extensos arrecifes de coral y una fauna extraordinaria. La temperatura de sus aguas era superior a la actual pero, especialmente tenia menor amplitud entre estaciones que en la actualidad. Recordemos que la variación actual de las aguas del Mediterráneo -en general, sin precisar áreas-, oscila entre 30º C y 13º C. Esta particularidad imposibilita la presencia de corales formadores de arrecifes exceptuando los autóctonos (Cladocora y Astroides), naturalmente pero que cada vez ocupan menos zonas. Cladocora caespitosa podría estar en regresión. Igualmente el que durante gran parte del año sus aguas estén a 13º C (en invierno la termoclina se destruye y la columna de agua del Mediterráneo occidental se encuentra uniformemente a esa temperatura), representa un importantísimo filtro en la llegada de especies de zonas tropicales. Sí como todo apunta la temperatura de este mar se incrementara en 1,5º C podría favorecer la aclimatación de otras pocas especies (?). 

 Podemos recordar la gran alarma que generó en la comunidad científica y en medios de comunicación la invasión de dos especies de algas; Caulerpa taxifolia y Caulerpa racemosa, ambas de origen indico procedentes de la cuenca oriental. El panorama que se describió por un vertido accidental de un acuario de C. taxifolia era demoledor. Prácticamente no permitía la supervivencia de invertebrados en sus frondes y naturalmente los vertebrados tampoco iban a sobrevivir en las áreas -muy amplias- de su expansión. 

  La imagen superior muestra dos especímenes de Cerithium vulgatum vivos sobre una mata de Caulerpa racemosa en Cabo Roig (Alicante) hace mas de 25 años. Actualmente, la situación de esta especie junto a Caulerpa prolifica y Posidonia oceanica parece haber alcanzado un equilibrio, ocupando sus nichos en ocasiones compartidos. Sin embargo continua aumentando la imparable presión antrópica.





Invasiones en el Mar Menor 

Menos de diez (10) especies de moluscos alóctonos han colonizado y se han asentado en el Mar Menor en las ultimas décadas.

Gasterópodos

Gasterópodos invasores son seguramente los que menos éxito han tenido en la laguna. Podemos mencionar la presencia desde hace pocos años (detectado en 2017) de Cerithium scabridum Philippi, 1848.




Gibbula ardens y Jujubinus striatus dos gasterópodos mediterráneos muy frecuentes también estaban presentes en el Mar Menor antes de los últimos episodios de eutrofización.



Opistobranquios

Una única especie
Las "liebres de mar" tienen una amplia distribución siendo muchas especies cosmopolitas. En el Mediterráneo hay un buen número de ellas pero la denominada "liebre de mar andrajosa", Bursatella leachii Blainville, 1817 que apareció hace poco mas de una década en la laguna es de procedencia atlántica. Actualmente podría haber desaparecido del Mar Menor.


Chitones

Lepidochitona cinerea la detectamos hace treinta años a poca profundidad en piedras en Los Urrutias




Bivalvos

El Mar Menor constituye, en mi opinión, un autentico laboratorio de la naturaleza donde se pueden seguir algunos procesos de colonización-invasión de fauna y flora, algunas provocadas por el hombre -recordemos Ostrea edulis-, Como no hay nada mejor que mostrar ejemplos vamos a indicar algunos. El bivalvo invasor Fulvia fragilis (Fig. 1. H) procedente del mar Rojo apareció en el mar Menor hace unas pocas decenas de años (Isabel Rubio). El Mytilido Brachidontes Pharaonis es más reciente aunque también fue detectado hace cerca de 20 años. Pinctada radiata ha sido señalada recientemente en el Mar Menor.






Continuara.......


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