MOLUSCOS MEDITERRANEOS PROFUNDOS    MEDITERRANEAN DEEP WATER MOLLUSK
por J. F. Verdejo Guirao







 La fauna batial (+ 300 m.) del Mediterráneo es pobre comparada con la del Atlántico a profundidades similares. Esto ocurre, por varias razones, entre ellas por la temperatura prácticamente constante del mar, durante gran parte del año, a partir de los 200 m., de aproximadamente 13º C. En invierno la termoclina prácticamente desaparece y la temperatura se homogeniza. Aunque la productividad en estas zonas es muy baja (oligotrófica), es seguramente el tipo de fondo (calidad granulométrica) lo que define a las comunidades que habitan (Pérès, 1982). Fundamentalmente depende del tipo de fondo (duros o blandos) y las facies.
   

Gymnobela abyssorum (Locard, 1897)
 Este género habita en aguas profundas (batial) por debajo de los 200 m. Hay muy pocas especies de este grupo en el Mediterráneo. El ejemplar de abajo obtenido y fotografiado por Antonio Valverde procede del arrastre a 300 m. Bastante fresco tiene restos de perióstraco que posiblemente en ejemplares vivos recubra toda la concha




 Se considera que en el Mediterráneo occidental (Pérès, 1982), no existe una zona verdaderamente abisal (+3000 m.). En la cuenca occidental únicamente algunos puntos superan los 3.000 m. A mediados del siglo pasado se consideraba que el Mediterráneo estaba desprovisto de una verdadera fauna abisal sino que, especies euribatas (de amplia batimetría), descienden y en algunos casos se adaptan y colonizan estos ecosistemas profundos al lograr alimentarse y reproducirse. Investigaciones posteriores (Chardy et al., 1973, Reyss, 1972 etc) han hecho modificar esta impresión.
  


Entre el Cabo de Palos y el Cabo Cope la plataforma continental se estrecha y el talud continental cae en unos cientos de metros hasta una profundidad de más de 2.000 m. El Escarpe de Mazarrón, como se puede apreciar en el mapa, muestra una caída a lo largo del Golfo del mismo nombre hasta alcanzar los 2.600 metros de profundidad. El talud continental hace factible que los fangos hayan deslizado hacia el glacys continental y hasta la llanura abisal a 2.600 m. dejado libres los sustratos suficientes para que las comunidades de "corales blancos" se hayan podido fijar -condición imprescindible para su crecimiento-. Esta particularidad no se da en otras áreas del Levante (del Cabo de Palos hacia el Cabo de San Vicente), donde el talud continental discurre con muy escasa pendiente lo que hace más improbable la presencia de corales blancos.
 
 

 

  La riqueza piscícola de esta inmensa área de aguas profundas es bien conocidaEn ella se cultiva el atún rojo en almadrabas móviles, técnica novedosa factible en la zona por las especiales características de sus aguas. También se han instalado un buen numero de piscifactorías móviles de dorada y lubina (*). Sin embargo, de sus profundidades, farallones y escarpes se conoce bien poco, se trata de una zona poco o nada explorada.






Especialmente importantes son los biotas asociados a las facies de coral rojo (Corallium rubrum), coral amarillo (Dendrophyllia ramea) y corales blancos profundos que, en la medida de lo posible, trataremos de ir mostrando. Entre los gasterópodos unas pocas familias se han adaptado (turridos, epitonidos, risoideos o muricidos entre otros), así como unos pocos bivalvos. En menor medida también se han adaptado algunos escafópodos y poliplacóforos. 




Dendrophyllia ramea (impresionante mata de Alborán)


 Algunos trabajos recientes producto de campañas oceanográficas de la organización Oceana o de la Fundación Zegna y del IEO; "Los Corales del Mediterráneo", "El Seco de Palos"...etc, muestran las comunidades de "corales blancos" o "fríos" capaces de formar auténticos arrecifes a más de 200 metros de profundidad. 
  Las principales especies de corales duros ramificados Lophelia pertusa y Madrepora oculata forman auténticos arrecifes junto con otras solitarias como Caryophyllia armada y Desmophyllum cistagalli. También aparecen otros esclarectinios asociados como las gorgonias Isidiella elongata, Primnoa o Muricea, el coral negro Antipathes frágilis o los poliquetos Eunice floridana, Harmothoe longiselis, Vermiliopsis multicnistata...

  En realidad en el Mediterráneo estas comunidades son muy escasas, por lo general están asociadas a los montes submarinos "seamounts", y presentes únicamente en la costa argelina, en el mar de Alborán, en zonas del Tirreno y, en mi opinión, seguramente en áreas concretas de la costa ibérica española (El Seco de Palos, alguna zona del Golfo de Mazarrón, en el Cabo San Antonio, montes submarinos en las Is. Baleares y en el Cabo Creus). También, se ha descubierto hace poco un extraordinario arrecife de corales blancos muy cerca de las Is. Chafarinas del que se tiene escasa información y que sería preciso proteger.

                 
  Oliver Baldoví publico recientemente en su trabajo "Gasterópodos testáceos marinos de la parte sur del Golfo de Valencia" una lista de 50 especies de moluscos batiales presentes en la mencionada zona obtenidos a  profundidades de 300-400 brazas es decir sobre los 400-700 metros.









En el borde de la plataforma continental, que se extiende desde los 100 m hasta aproximadamente los 150-200 m el sedimento que permanece (la pendiente es decisiva para que este quede retenido), esta formado por una mezcla de gravas, arenas, limo y restos de organismos bentónicos muertos (tanatocenosis). La presencia de elementos terrígenos renovables permite la fijación o no de otras especies de invertebrados de esta profundidad que a su vez permite la presencia de ciertas especies de moluscos. En esta zona son característicos -según Picard (1965)-, Dentalium panormun y Astarte sulcata. Los "corales blancos" son raros en esta zona. 






En aguas más profundas, en el talud, aparecen algunos grandes gasterópodos, aunque en el Mediterráneo por lo general son especies pequeñas y muy pequeñas de algunas familias las que habitan este entorno hostil. En la zona de Mazarrón, antaño, se podían observar  en las lonjas algunos grandes gasterópodos tras la pesca de los arrastreros ahora algo impensable. En esta extensa zona de grandes pendientes en el Escarpe de Mazarrón -en mi opinión-, deberían de aparecer "corales blancos". Estas comunidades de "corales blancos" forman grupos dispersos, pero en general son escasas en esta zona del Mediterráneo en comparación con una latitud similar del Atlántico. No obstante su presencia se deberá al tipo de fondo, que sea rocoso donde puede fijarse o terrígeno donde no puede.


 
 Una especie típica -al menos en áreas similares de la Provenza y Córcega-, es el braquiópodo Gryphus vitreus que puede ser abundante principalmente hasta los 200 m. pero a veces llega hasta los 700 m. de profundidad.
                                                               

Gryphus vitreus 







Otras especies batiales o de aguas profundas



  RANELLIDAE

 
 Charonia lampas Linnaeus, 1758  se la ha registrado hasta más de 100 metros de profundidad. Sin embargo actualmente esta especie se ha vuelto más rara sobre todo los ejemplares de aguas medias (20-30 m.)
 


 
 Argobuccinum olearium  Linnaeus, 1758 Esta
especie se ha registrado a más de 400 metros de profundidad. En algunas expediciones recientes en fondos profundos (seamounts) se han localizado ejemplares en el borde del talud.  



                    Argobuccinum olearium  Linnaeus, 1758 


 CASSIDAE

La familia Cassidae Latreille, 1825 engloba actualmente a mas de 40 géneros con especies de aguas poco profundas y batiales. En la superfamilia Tonnoidea a la que pertenece la anterior también se engloba la familia Tonnidae a la que pertenece el género Eudolium, con especies muy raras y de hábitat profundo como el Eudolium crosseanum (Monterosato, 1869) especie que considero muy cercana al menos conchiologicamente.
  


Galeodea rugosa (Linnaeus, 1771) y Galeodea echinophora (Linnaeus, 1758) son casidos del circalitoral, aunque pueden aparecer en el infralitoral superior. Son especies que suelen ser obtenida por los "arrastreros" que operan en el borde de la plataforma y que en ocasiones aparecen en las lonjas. Ambas presentes en el Mediterráneo occidental.
 
 
Galeodea rugosa
 
 
 
 


Galeodea echinophora












   








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