El Mar Menor, según imágenes de la mayoría de satélites comerciales* ha recuperado la transparencia habitual de sus aguas, exceptuando la amplia mancha blanca donde la turbidez predomina.
En este blog hemos considerado que la degradación actual de la laguna y los alarmantes episodios que surgieron -sopa verde- desde 2016, son debidos a varias razones. Una de ellas, muy importante, es la brutal presión antropogénica (masificación de las poblaciones perimétricas y deficiencias en la depuración de aguas), sufrida desde los años 70 en todo su perímetro. Pero resulta significativo que, desde que se implanto la agricultura intensiva (?) en la cuenca vertiente (campo de Cartagena), las riadas producidas por los fenómenos tormentosos de "gota fría", ahora DANAS, han arrastrado cantidades ingentes de nitratos y fosfatos a la laguna, produciendo niveles eutróficos nunca observados. Los productos utilizados en la agricultura intensiva y de invernadero -para producir varias cosechas-, contienen fundamentalmente nitrógeno y fósforo. Estos elementos, fundamentales en la producción primaria del mar junto con el carbono, cuando aparecen en cantidades desmedidas en aguas de lenta renovación como el Mar Menor tienen consecuencias desastrosas. Opiniones expertas no interesadas consideran que la agricultura intensiva es uno de los principales responsables de la "enfermedad" del Mar Menor (Entrevista)
El mapa de clorofila de la NASA (Worldview) de arriba muestra valores elevados en la laguna frente al Mediterráneo. En el Atlántico, Mediterráneo y naturalmente en el Mar Menor -como en los mares y océanos del Hemisferio Norte-, los valores de fitoplacton se disparan en primavera. Es algo normal y conveniente en la producción primaria, lo que provoca un aumento del zooplancton y consecuentemente de la producción secundaria (peces). En esta primavera de 2024 no se observan valores de clorofila extraordinarios como ocurrió en 2016 y 2017
El acuífero cuaternario -las aguas subterráneas-, bajo el Mar Menor y en el Campo de Cartagena tiene un nivel freático variable -como todo acuífero-, en función de las precipitaciones. Para que el agua subterránea aflore dicho nivel debe de estar por encima de la superficie de la laguna. El Mar Menor tiene una profundidad máxima de 6,8 metros y una profundidad media de 4,4 metros. Desconocemos a que profundidad se encuentra actualmente el nivel freático del acuífero (con diversas capas y niveles). Pero hace unos pocos años hemos observado personalmente afloramientos en la costa cercana a la Rambla del Albujón.